
CUANDO NO SALEN LAS PALABRAS DE TU BOCA
Pierdes la oportunidad de construir el futuro y la calidad de vida que deseas para ti cuando experimentas ese momento en el que quieres decir lo que piensas ante un grupo de personas, pero, no sale nada de tu boca en el momento crucial por causa del miedo escénico.
Así pues, tu futuro puede depender de tu capacidad de hablar de forma efectiva en los momentos decisivos.
¿Qué hacer cuando no te vienen las palabras a la boca?
¿Qué hacer para superar la ansiedad cuando eres el centro de atención y debes hablar en público?
¿Qué hacer cuando estás frente a tu público y te sientes pequeñ@?
¿Qué hacer para adueñarte de tu audiencia?
Para ello hace falta aprender a gestionar el miedo escénico exponiéndose gradualmente ante la mirada atenta de otras personas en un entorno de aprendizaje real y psicológicamente seguro.
Busca un espacio educativo donde puedas ser el centro de atención ante un público real y practicar la gestión emocional del miedo escénico, de forma continua, paulatina, segura e incremental, durante la situación de hablar en público.
El secreto está en huir de la formación tradicional (el típico curso), en la que consumes conocimiento sin practicar.
La estrategia ganadora, la que te permitirá aprender a ganar confianza para sentirte bien y tranquilo en tu piel enfrente de tus oyentes, es realizar un entrenamiento de hablar en público.
Hoy, te daré tres razones.
Por un lado, a diferencia de un curso, un entrenamiento te permitirá practicar, muchas veces, tantas como necesites, los conocimientos teóricos adquiridos con el fin de que puedas aplicarlos e implementarlos.
Cuando aterrizas la teoría ganas experiencia, no solo posees los conocimientos necesarios, sino que adquieres maestría, es decir la habilidad para hablar en público de forma efectiva.
Por otro lado, lo que realmente te interesa es alcanzar el nivel adecuado que te permita ser capaz de hablar en público de forma efectiva.
Un curso tiene fecha de caducidad, tanto si has aprendido como si no; no respeta tu proceso individual de aprendizaje.
En un entrenamiento, tú decides lo que dura: hasta que alcanzas el nivel que deseas y te sirva para tus propósitos.
Por último, en un entrenamiento dispones de un acompañamiento experto integral durante todo tu proceso y de un plan de acción específico a tus necesidades.
Los entrenamientos están diseñados para lograr que logres el éxito, no solo para transmitirte información, como en un curso.
Es por esas tres razones, la posibilidad de practicar de forma continua, el control que tendrás sobre tu nivel deseado y el beneficiarte de un acompañamiento experto durante tu proceso de aprendizaje, que te conviene más un entrenamiento de hablar en público que un curso cuando deseas tener el aplomo y la competencia para hablar en público porque tu futuro y tu calidad de vida están en juego.